Mi primer 100k
El objetivo lo tenía planeado desde hace tiempo: terminar 100 kms con la bici de carretera, y el pasado 14 de Septiembre, se dieron las condiciones necesarias para intentarlo.
El tiempo acompañaba, ni calor ni frío y el cielo ligeramente nublado, rellené el bidón de agua, cogí una barrita energética, un gel, dinero y en marcha.
La ruta la tenía planeada desde hacia tiempo. El recorrido me llevaría por los siguientes poblados: Peñarroya, El Porvenir, La Granjuela, Valsequillo, Hinojosa del Duque, Belmez, El Hoyo, Peñarroya.
Primera mitad de la ruta sin problemas y a buen ritmo (para mí) 28,5 Km/h. Es cierto que me sentía bien, pero la carga acumulada de toda la semana se notaba en las piernas. Llevaba sin descansar desde el Domingo pasado, hacia 2 días que había subido al Peñón y el anterior había hecho una ruta MTB a buen ritmo (ya oscurece antes y hay que apretar).
Pasando Hinojosa es cuando empece a pasarlo mal, el trasero ya no se encontraba cómodo sobre el sillín y las piernas empezaban a doler, las continuas subidas también hicieron mella y la velocidad media bajó. En esté tramo el cuerpo me pedía gasolina, me tome media barrita nada mas salir de Hinojosa, y la otra media ya cerca del cruce con la carretera de Peñarroya.
Una vez en Belmez, desvié la ruta para repostar líquidos. Una lata de Aquario para mi y otra para el bidón que ya estaba seco, unos estiramientos y vuelta a la flaca. Las piernas ya eran un poema.
Continué dirección el Hoyo, quedaban 25 kms y tenía que sacarlos de cualquier manera. En el cruce del basurero me eché la manta sobre la cabeza y decidí tomar dirección Doña Rama, podía haberme quitado una buena subida y haber completado los kilometros necesarios llaneando por el Peñarroya, pero no... esto había que finalizarlo a lo grande.
Las piernas sufrían como hacia tiempo que no lo hacian, el dolor de cuadriceps era intenso, la subida del puerto del hoyo fué el colofón. Ya solo quedaba bajar y tirar los últimos kilómetros que ya se hacian eternos.
En el ultimo repecho que hay pasando la rotonda de la entrada de Peñarroya desde el Hoyo, fue cuando ya les pedí el último esfuerzo a mis piernas, culo arriba y a tirar como un campeón, una vuelta por el poligono para completar los 100k y objetivo cumplido.
Durante el resto del día el cuerpo me pedía comer y beber como un cosaco. Perdí unos 3 kilos de liquido aparte de los 2 que ingerí durante la ruta. Aunque ayer lo pasé mal... hoy tengo ganas de repetir
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